¿Con cuál de sus trabajos quedó más satisfecha con el resultado?
Probablemente las portadas para The New Yorker porque tengo mucho libertad al trabajar con ellos y porque recibo mucho feedback y exposición cuando sale a la venta. Es emocionante saber que una semana estás haciendo una portada y a la siguiente esta será vista por millones de personas.
¿Qué diferencia a la ilustración de otras artes como la pintura o el dibujo?
Para mí, la principal diferencia entre arte e ilustración comercial radica en que en una trabajas para ti mismo y en la otra trabajas para un cliente. Alguien dijo, no recuerdo quién, que el diseño gráfico o la ilustración es la respuesta a una pregunta y el arte es la pregunta misma. Para mí, esa es la diferencia.
¿Se puede hacer ambas?
Sí, por supuesto. Puedes hacer un trabajo comercial y personal. De esa manera, haces la pregunta y obtienes la respuesta a la vez. Ambas no son excluyentes.
¿Y puede llegar a venderse ilustración en el mercado de arte?
Se puede pero son dos mundos distintos y que están separados en el mundo real. Tienen a la vez precios distintos. Eso no quita, por ejemplo, que alguien que empiece en diseño termine siendo un artista, exponiendo en una galería. La diferencia en realidad es una tontería. Depende de quién decida qué es arte y qué no. Para mí, no hay diferencia, más allá de que exista de por medio un cliente.
Con el avance de las redes sociales, ¿es menos difícil ahora para diseñadores e ilustradores mostrarse al mundo?
Es mucho más fácil. Pero igual debemos ver ambos lados de la moneda. Por un lado es fácil porque tienes acceso a directores creativos de todo el mundo que nunca han visto tu trabajo. Mucha gente en la actualidad fue descubierta a través del social media. Subieron su portafolio en Behance, crearon un blog, etcétera. Ahora tu ciudad o tu país ya no son una limitación.
¿Cuál es el lado negativo?
Que con las redes sociales, la información viaja tan rápido que corres el riesgo de que te copien 10 veces más y 10 veces más rápido. Cuando algo es bueno, es copiado mucho más rápido.
¿Le ha pasado?
Sí, mucho (risas). En mi experiencia, me ha sucedido bastante. Pero es parte del trato.
¿Cuán importante ha sido el papel de las redes sociales en su caso?
Ha sido enorme. Pero me ha tomado bastante tiempo tener una cuenta de Instagram y Twitter. Al comienzo tenía un agente que me conseguía trabajos o hacía que mi trabajo aparezca en páginas o blogs de diseño gráfico. Pero cuando creé mi cuenta de Instagram y empecé a compartir no solo mi trabajo, sino las cosas que me gustan, que me inspiran, hubo como una “explosión” de seguidores. En la actualidad, muchos de los trabajos que consigo son gracias a mi Instagram.
Parte de su trabajo se centra en el género femenino y en el erotismo, ¿qué tan importante es tener la visión de la mujer en este tipo de obras?
Es importante cuando se trata de obras de temática erótica, que es un mundo dominado por los hombres. Creo que es interesante tener la perspectiva femenina porque es un enfoque totalmente distinto, más sensual, fantasioso, que sugiere más de lo que muestra.
¿Y en otras áreas de las artes gráficas?
No sé cómo serán las cifras, pero en diseño gráfico, la gran mayoría son hombres. En ilustración, por suerte, puedes ver a algunas mujeres trabajando, pero muchas de ellas ilustran libros de niños. No sé por qué. En el mundo de los mejores ilustradores de la actualidad, el 80% son hombres y ese 20% de mujeres se concentra en ilustrar libros para niños.
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